domingo, noviembre 05, 2006

Narcisismo vs. amor propio.

...Todavía nos enfrentamos a una paradoja. Mientras que librarnos del narcisismo –nuestro egoísmo y a menudo excesivo sentido de la importancia- tiene mucho que ver con lo que es la vida, resulta por igual vital que a la vez aprendamos a reconciliarnos con lo importantes y valiosos que somos.
La humildad es el verdadero conocimiento de uno mismo tal como uno es. A mi entender, es decisivo que seamos realistas acerca de nosotros mismos y capaces de reconocer tanto lo bueno como lo malo en nosotros. Pero eso no significa –como muchos concluyen con falsedad- que deberíamos poner más énfasis en nuestra parte negativa y minimizar o descartar por completo la parte buena como secundaria. Sin embargo, muchos lo hacen, intentando desplegar una seudo humildad que puede extenderse a una incapacidad para aceptar cumplidos o para imponerse cuando es apropiado.
Además, es necesario establecer una distinción entre el amor por uno mismo (que planteo como algo siempre bueno) y la autoestima (que sugiero que es a menudo cuestionable)...
...Por ejemplo, hay instancias en que actuamos de manera impropia. Si negamos que nuestro comportamiento es “malo” y no buscamos formas de corregirlo o de redimirnos aprendiendo de los errores cometidos, entonces estaremos básicamente interesados en la autoestima. Por otra parte, si operamos a partir de un sentido de amor por nosotros mismos, lo más saludable sería reconocer nuestras equivocaciones y castigarnos si corresponde, además de tener la habilidad de discernir que nuestra falla en un momento determinado no define por completo nuestro valor ni lo que somos como personas. Necesitamos momentos para darnos cuenta de que no siempre tenemos todo bajo control ni somos perfectos. Estos momentos son cruciales para nuestro crecimiento porque amarnos a nosotros mismos requiere la capacidad de reconocer que hay algo en nosotros que debemos corregir.
De modo que hay una diferencia entre insistir en que siempre nos sintamos a gusto con nosotros mismos (lo cual es narcisista y sinónimo de conservar siempre nuestra autoestima) e insistir en que nos consideremos importantes o valiosos (esto es un saludable amor por uno mismo). Entender y hacer esta distinción constituye un requisito previo para la salud mental madura. Para ser personas buenas y saludables debemos pagar el precio de hacer a un lado nuestra autoestima de tanto en tanto y de no sentirnos siempre bien con nosotros mismos. Pero siempre hemos de amarnos y valorarnos, aun cuando no siempre debamos estimarnos... (El Camino Personal, M. Scott Peck)

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