martes, noviembre 28, 2006

Cabral (Parte II.)


...Con el hombre se inicia la evolución consciente, sagrada confirmación de la evolución natural. La evolución inconsciente termina cuando nace la evolución consciente, es el momento en que la Naturaleza ya no puede hacer nada más por el hombre, que debe decidir si evoluciona o no. La evolución inconsciente es colectiva, pero la evolución consciente es individual (lo general no va más allá del término medio, como tampoco es un camino a la felicidad, solo un aburrido dormitar.) Solo cuando uno es consciente aparece la individualidad, antes de la conciencia no hay individuo, solo existe la especie. En la evolución inconsciente el proceso es automático: el niño crece automáticamente hasta cierta edad, sin dudas, sin incertidumbres, todo sucediendo por la ley de causa y efecto. La existencia solo es mecánica, pero con la conciencia todo depende de nosotros. En lo inconsciente no hay ansiedad porque no hay elección, solo nos suceden las cosas (la ansiedad aparece con la posibilidad de elección, es su sombra) Al elegirse todo, todo es un esfuerzo, y solo uno es responsable de la luz o de la sombra, y cada elección es parte de tu destino, no puedes ignorarla, irá contigo hasta el final. Nada es seguro, por eso cada elección es un paso en las tinieblas, paso que produce ansiedad: esto o aquello, ser o no ser, hacer o no hacer, porque en estado de conciencia es imposible no elegir, hasta no elegir ya es una elección. Estás benditamente condenado a elegir porque lo que no hagas tendrá tanto efecto como lo que hagas, pero en esta conciencia también están la dignidad, la belleza, la gloria del hombre, por eso es un paso grande: estar consciente trae gloria y compromiso a la vez, por eso la mayoría escapa de la responsabilidad de elegir, delega el compromiso de su vida en políticos, amores y sectas, hasta la familia es un pretexto para escapar de sí mismo, la mayoría que no hace nada intensamente, por eso está aburrida, tanto que necesita entretenimiento constante: carnavales, campeonatos de fútbol, telenoticieros que le cuentan tragedias peores que la suya a cada instante (niña violada, abuela asesinada por un drogadicto, empresario secuestrado, policía corrupto, general asesino, terremotos, inundaciones, aviones que se caen, barcos que se hunden.
La mayoría le tiene miedo a la libertad (el esclavo no tiene, aparentemente, responsabilidad sobre su vida), por eso se esclaviza a cualquiera en nombre de lo que sea, porque la esclavitud, aunque parezca mentira, es cómoda (visto de una manera enfermiza, la esclavitud te libera de la responsabilidad de elegir), por el contrario, la conciencia te libera pero antes te exige que elijas, y ahí comienza el peso de la libertad. Las sectas y otras dictaduras (son muchas las ilusiones homicidas y suicidas) solo son pretextos para salvarse de la responsabilidad individual (si algo existe es el individuo, solo a partir de él existe todo, las cosas comienzan a existir cuando uno se da cuenta, fuera del individuo todas son escaleras de emergencia para escapar de la vida consciente, que es la única digna de llamarse vida)
El ciudadano cree que se libera cuando la sociedad se hace responsable de él (lo que es un suicidio), entonces, cuando algo falla, se lava las manos y le echa la culpa a cualquiera, es decir al jefe, al patrón, al sindicato, al partido político, al Estado, al presidente que eligió, hasta le echa la culpa a la Casa Blanca y a su ex mujer.La mayoría sigue sin entender, o sin querer entender, que esas dictaduras (sectas, dogmas, nacionalismos, fascismo, comunismo), al negar la libertad individual niegan la evolución humana, son un gigantesco paso atrás en la transformación trascendental de los seres humanos, es un monstruoso suicidio sin responsables, aunque lo sean todos, es un vergonzoso retorno a la bestia... (Terriblemente solo, maravillosamente libre, Facundo Cabral)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias! por despertar mis sentidos...con tan bellisimas imagenes y maravillosas palabras.